Cuando nos imaginamos a los niños malcriados, muchos de nosotros pensamos en berrinches por no obtener lo que quieren, que se les cube que sigan las reglas o simplemente enfrenten cualquier tipo de inconveniente.
Pero el comportamiento mimado no se trata solo de derechos o de los padres que ceden: se trata de necesidades emocionales no satisfechas, límites inconsistentes y falta de conexión.
Como investigador de crianza consciente Y entrenador, he estudiado más de 200 niños, y he descubierto que el comportamiento mimado a veces puede indicar necesidades insatisfechas. Estos son los cinco signos de niños altamente mimados, y cómo los padres pueden intentar deshacer este comportamiento:
1. Luchan con escuchar ‘no’
Un niño puede rechazar las reglas no porque son difíciles, sino porque los límites poco claros se sienten confusos y frustrantes. Si las reglas se sienten impredecibles, o si un niño se siente impotente en las decisiones que las afectan, pueden actuar para recuperar un sentido de management.
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Consejo para los padres: En lugar de simplemente decir “no” y seguir adelante, reconocer sus sentimientos: “Veo que estás molesto porque quieres seguir jugando, pero es hora de acostarse ahora”. Los límites establecidos con amabilidad enseñan que las reglas no son sobre el management: se trata de confianza y seguridad.
2. Buscan constantemente atención
Cuando los niños exigen atención constante, a menudo señala la desconexión emocional o la incertidumbre sobre su lugar en la familia. Un niño que no se siente seguro en su vínculo puede pedir más: más tiempo, más validación, más tranquilidad.
Por ejemplo, un niño que siempre se interrumpe o se aferra a un padre en entornos sociales no es necesariamente necesitada, sino que no está seguro de su importancia cuando el enfoque no está en ellos.
Consejo para los padres: Ponga a un lado de 10 a 20 minutos de conexión no distraída cada día. Cuanto más tiempo, mejor. Jugar, hablar o simplemente estar presente con su hijo. Usa estos momentos, dígales: “Eres suficiente”.
Cuando los niños se sienten emocionalmente seguros, su necesidad de validación constante se desvanece.
3. Tienen berrinches para obtener lo que quieren
Los berrinches no son manipulación, son un grito de ayuda. Los niños en modo Meltdown suelen estar abrumados y carecen de las habilidades para procesar grandes emociones.
A menudo, sucede porque un niño se siente inaudito cuando sus emociones son despedidas, impotentes cuando no tienen voz, o se sobreestimulan por demasiado ruido, actividad o cambio.
Consejo para los padres: Mantenga la calma, valida sus sentimientos (“Veo que estás realmente frustrado”) y ofrece consuelo (“Estoy aquí contigo hasta que te sientas mejor”). Los niños aprenden regulación emocional a través de la conexión, no el management.
4. Se resisten a la responsabilidad
Un niño que se niega a limpiar, evita la tarea o se da por vencido fácilmente no es difícil o perezoso. En cambio, pueden haber sido protegidos de los desafíos con demasiada frecuencia o, por otro lado, empujados a la independencia antes de sentirse listos.
Consejo para los padres: Ofrecer responsabilidades de colaboración apropiadas para la edad. Cocine juntos o resuelva pequeños problemas como equipo. Recuerde celebrar sus esfuerzos, no solo los resultados. Cuando los niños se sienten capaces y apoyados, la responsabilidad es pure.
5. Carecen de gratitud
Cuando un niño actúa desagradecido por frustrado por no obtener lo que quiere, a menudo no tiene derecho. Puede significar que se sienten inauditos, desconectados o impotentes.
Y cuando los niños reciben juguetes, golosinas o recompensas constantes en lugar de conexión emocional, opaca su capacidad para apreciar lo que realmente importa.
Consejo para los padres: La gratitud crece de la conexión. Involucre a su hijo en momentos significativos, como ayudar a cocinar una comida, hacer una tarjeta o compartir pequeñas alegrías como familia. Cuando los niños sienten que pertenecen, contribuyen y son valorados, sigue la apreciación.
Siempre les recuerdo a los padres que eviten la recompensa excesiva a sus hijos. Por ejemplo, si ayudan a limpiar la casa, en lugar de darles dinero o un dulce regalo, podría decir: “Gracias por ayudar. Significa mucho para mí, y me divertí haciéndolo juntos”.
El objetivo es hacer que esos momentos sean significativos, en lugar de algo que hacen por un premio.
Satisfacer las necesidades emocionales de su hijo
Lo que llamamos comportamiento mimado no se trata del exceso materials, se trata de necesidades emocionales. La verdadera conexión no se trata solo de pasar tiempo juntos; Se trata de hacer que su hijo se sienta visto, valorado y profundamente amado.
Cuando los padres pasan de controlar el comportamiento a la conexión de fomento, los momentos frustrantes se convierten en poderosas oportunidades para generar confianza, seguridad y toda la vida Resiliencia emocional.
Reem Raouda es una voz principal en la crianza consciente, un entrenador certificado y el creador de ATADO -El innovador diario de conexión para padres e hijos diseñado para fomentar la inteligencia emocional, la autoestima y la confianza de toda la vida. Ella es ampliamente reconocida por su trabajo en la seguridad emocional de los niños y el fortalecimiento del vínculo padre-hijo. Seguirla Instagram.
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