El Asociación de corresponsales de la Casa Blanca (WHCA) dejó caer al comediante estadounidense Amber Ruffin como el principal para su cena anual, citando tensiones en curso con el presidente Donald Trump.
Ruffin, conocido por su humor político, criticó anteriormente a Trump y bromeó diciendo que nadie querría asistir al evento con él. Un portavoz de la Casa Blanca condenó abiertamente su apariencia y la decisión de la WHCA de invitarla, reavivando la fricción entre la administración y la prensa.
En un correo electrónico a los miembros el sábado, el presidente de WHCA, Eugene Daniels, anunció que la junta había decidido renunciar por unanimidad a renunciar actuación cómica en whole este año.
“En este momento consecuente para el periodismo, quiero asegurarme de que el enfoque no esté en la política de la división, sino completamente en otorgar a nuestros colegas por su trabajo sobresaliente y proporcionar becas y tutoría a la próxima generación de periodistas”, escribió Daniels.
Añadió que se compartirán más detalles sobre la cena del 26 de abril más cerca del evento.
Un portavoz de la Casa Blanca desestimó la decisión como “una copia”.
El movimiento se produce en medio de una brecha amplia entre el Administración de Trump y el WHCA, un organismo independiente que representa a periodistas que cubren la Casa Blanca. Desde que regresó al cargo en enero, Trump ha desafiado repetidamente la autoridad de la organización.
En febrero, su administración despojó el WHCA de su poder de casi el siglo para determinar qué periodistas obtienen acceso a eventos presidenciales. Trump, a su vez, declaró que ahora estaba “llamando a los tiros” en el acceso a los medios, con la Casa Blanca afirmando que la asociación ya no poseería un “monopolio” sobre el proceso de selección de la piscina de prensa.
La piscina de prensa, un pequeño grupo giratorio de reporteros que cubren al presidente en cuartos cerrados, incluida la Oficina Oval y Air Pressure One, juega un papel essential para garantizar una amplia cobertura de los medios de compromisos oficiales. El WHCA criticó la decisión de la Casa Blanca, advirtiendo que “desgarra la independencia de la prensa libre”.
Además, la administración también prohibió a los reporteros de la AP de la Oficina Oval y la Fuerza Aérea uno desde febrero, ya que la agencia de noticias se negó a referirse al Golfo de México como el “Golfo de América”, según el decreto de Trump.